El desayuno es la clave para prevenir la obesidad infantil. Las prisas y el estrés no ayudan a preparar un desayuno adecuado y mucho menos hay tiempo para sentarse a la mesa a comerlo con calma, por lo que muchos niños se marchan a la escuela y en el camino se comen alguna fritura, barrita azucarada o pastelito procesado comprado apresuradamente en la tienda de la esquina o lo que es peor, se van sin desayunar porque “no tienen hambre”. Esto también hay que extrapolarlo al almuerzo que les preparamos para que calmen su hambre a media mañana
http://www.pequerecetas.com/alimentacion/infantil/desayunos-sanos/
También hay que evitar los "bibes" ya que nuestros niños y niñas ya tienen dientes y además puede ser perjudicial para el desarrollo de su aparato fonador, como por ejemplo, paladar ojival (lo que conlleva problemas de respiración), mala oclusión dental con los consiguientes problemas de articulación (r, s,...) o retrasos generales del lenguaje, ya que no ayudamos a trabajar los músculos de la lengua, labios,...
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